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¿Qué es el rodio y por qué se usa en joyería?

En nuestra joyería, trabajamos con los mejores materiales y procesos para garantizar que cada pieza mantenga su belleza y valor con el paso del tiempo. Es galvanizado fácilmente para formar superficies duras, resistentes al desgaste y de brillo permanente, utilizadas tanto en contactos eléctricos estacionarios como corredizos, en espejos y reflectores, y como acabado en joyería. La primera aplicación importante fue la electroplatización para usos decorativos y como recubrimiento resistente a la corrosión.​ La introducción del triple Convertidor catalítico por Volvo en 1976 aumentó la demanda de rodio. De éstos, el paladio se disolvió en agua regia pero el rodio no,​ y el rodio se precipitó mediante la adición de cloruro de sodio como Na3RhCl6-nH2O. Luego precipitó el platino como cloroplatinato de amonio añadiendo cloruro de amonio (NH4Cl).

¿Cómo conocer el metal rodio?

El rodio es un metal raro de color blanco plateado que pertenece al grupo del platino. El rodio es un metal precioso que pertenece al grupo del platino y es uno de los metales más raros y valiosos del mundo. El rodio suele recubrir los artículos de joyería, especialmente los de oro blanco y platino, para darles un brillo extra y resistencia al deslustre.

  • Fue descubierto a inicios del siglo XIX por el químico británico William Hyde Wollaston y su nombre proviene del vocablo griego que hace referencia al color rosa (“Rhodos”).
  • Este nesosilicato, con la fórmula química (Mg, Fe)₃Al₂(SiO₄)₃, pertenece al grupo de los granates y comparte la misma raíz etimológica que el rodio y la rodonita.
  • El rodio destaca como uno de los metales más resistentes a la corrosión, una característica que lo consolida como un material noble por excelencia.
  • El rodio es un metal noble que confiere un acabado extremadamente brillante y resistente cuando se aplica como revestimiento.

La joyería es el tercer sector que más rodio emplea, aunque a bastante distancia de la automoción y la fabricación de componentes y materiales. Un estudio publicado en la web ‘The Conversation’ concreta que cada año se consumen 32 toneladas al año de rodio en todo el mundo. El papel crucial que está jugando en cada vez más ámbitos económicos, unido a su escasez, han disparado el precio del rodio hasta convertirlo en el metal más caro a día de hoy. En concreto, con el rodio se logra la fotosíntesis artificial, lo que le convierte en uno de los metales fundamentales para la transición energética. El único lugar conocido del mundo que ofrece una concentración mayor de este material es Bushveld (Sudáfrica), la capital del rodio, donde se puede obtener entre 0,5 y 10 gramos por tonelada de roca. Tiene un color blanco plateado, aunque a veces puede adquirir matices rosáceos.

La evolución del precio del rodio en los últimos años

En la joyería normalmente se utiliza el baño de rodio para crear joyas de oro blanco. Ya sea como un recubrimiento para tus joyas de oro blanco o como una capa protectora para otras piezas, el baño de rodio asegura que tus joyas luzcan impecables durante años. El rodio en la joyería El rodio es un metal duro de color blanco plateado que a menudo se encuentra en los minerales de platino. Mientras que la plata es propensa al deslustre y puede decolorarse con el tiempo, el baño de rodio puede proteger las joyas y mantenerlas como nuevas durante más tiempo. El baño de rodio es una técnica muy utilizada para transformar joyas apagadas y descoloridas en piezas brillantes y relucientes que parecen nuevas. El rodio es uno de los metales más reflectantes y duraderos, lo que lo convierte en un recubrimiento ideal para joyas, sobre todo de oro blanco.

Esa tonalidad fue, junto con su resistencia a la disolución, una de las pistas clave para diferenciarlo de otros metales del mismo grupo. Aquí están los 10 metales más caros del mundo en 2019 con precios actuales por onza según Infomine en abril de 2019. Olvídate del oro o la plata si deseas invertir en un metal precioso. A pesar de sólo tener baño de rodio, estas piezas son de excelente calidad, incluso mejor que el acero inoxidable.

¿Qué es el rodio en joyería?

Es más raro que el platino, y se usa en grandes cantidades para convertidores catalíticos. Alrededor del 85% del consumo global de rodio lo acaparan los fabricantes de automóviles. El rodio es resistente a al mayor parte de los ácidos comunes, incluida el agua regia, aun a temperaturas moderadas. Este material tiene garantía de un año y suele ser un poco más costoso que el acero inoxidable y el cover gold. También se utiliza en conexiones eléctricas y está aleado con platino para motores de turbina de avión.

El rodio es un metal que se caracteriza por su color único que mezcla el blanco con el plateado y es reconocido por su brillo. Cabe destacar que en joyería al rodio se le puede denominar oro blanco, aunque para no llevarte a confusión debes saber que no son lo mismo, pero sí que pueden ir juntos ya que el oro blanco tiende a estar recubierto o bañado en una aleación con otro metal de color blanco. Aunque se trata de un material muy resistente, las joyas con baño de rodio requieren ciertos cuidados para mantener su aspecto deslumbrante a lo largo del tiempo. Por esta razón, rara vez se utiliza para fabricar joyas enteras; en su lugar, se emplea como recubrimiento en piezas de oro, plata o platino para mejorar su apariencia y aumentar su durabilidad.

Usos del rodio

Sin embargo, a pesar de su rareza, se ha convertido en un material muy popular en joyería por sus propiedades únicas. Esto quiere decir que a parte de su hermoso color, es un material completamente seguro y es naturalmente hipoalergénico. Este metal precioso aparece en la tabla periódica de los elementos con el símbolo Rh y el número atómico 45.

El rodio es un elemento metálico de color blanco plateado, altamente resistente a la corrosión y extremadamente reflectante. Como miembro del grupo de los metales del platino, el rodio desempeña un papel crucial como catalizador en la industria automotriz, donde reduce las emisiones de color rodio CO₂. El rodio destaca como uno de los metales más resistentes a la corrosión, una característica que lo consolida como un material noble por excelencia. El ejemplo más visible es el llamado oro blanco, que no es más que una aleación de oro con un metal de tonalidad clara recubierta con una fina capa de rodio que le da su color característico.

Se usa a menudo por su reflexión en objetos como luces, espejos y algunos productos que tienen que ver con la joyería. El uso principal del rodio es en convertidores catalíticos diseñados para limpiar las emisiones de los vehículos. El rodio es un producto subsidiario de otras actividades mineras. Si ves que tu anillo de compromiso adquiere una tonalidad amarilla es que el rodio se está desgastando.

Cuando se emplea como aleante, lo hace sobre todo en combinación con paladio o platino para endurecerlos, aunque esta función suele recaer en el rutenio o el iridio, más económicos y de comportamiento similar. Este recubrimiento no solo mantiene su brillo, sino que resiste la acción de ácidos y no genera capas pasivas de óxido como sucede con el titanio o el tántalo; tampoco absorbe hidrógeno como el paladio, ni reacciona con facilidad ante el azufre elemental. El descubrimiento del rodio se produjo en 1803 gracias al químico inglés William Hyde Wollaston, el mismo que identificó el paladio. Por ejemplo, la plata se oxida con el aire y se pone fea enseguida y recibe muchos arañazos si llevas la joya habitualmente. Este material suele ser un poco más costoso que el acero inoxidable y el cover gold (Cubierta de oro).

Está claro que este metal ha revolucionado la joyería de lujo gracias a su capacidad de mejorar la durabilidad y el brillo de las piezas. Sin embargo, el oro tiene la ventaja de ser un metal más maleable y disponible en diferentes colores (amarillo, blanco y rosa), lo que lo hace más versátil en términos de diseño. Por ejemplo, es más resistente a los arañazos y la corrosión que el oro y la plata, lo que lo hace ideal para piezas que se usan frecuentemente, como anillos y pulseras. El rodio no es mejor que el oro en términos absolutos, pero ofrece ventajas que lo convierten en una alternativa al oro y la plata en joyería dependiendo del tipo de pieza y el estilo deseado.